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martes, 12 de agosto de 2014

Galway (Irlanda) en dos días


Quay Street
Galway (en irlandés: Gaillimh) es una pequeña ciudad al Oeste de Irlanda en el condado de su mismo nombre, está situada junto al mar dividida por la desembocadura del río Corrib. Destacan su vitalidad y su ambiente juvenil, con mucha música, fiesta y gente por las calles. Me recuerda  mucho al ambiente mediterráneo donde las calles están llenas de bares con terrazas con gente paseando, hablando y pasando un buen rato. Tuvimos suerte de que hizo buen tiempo aunque estaba nublado y cayeron algunas gotillas. Además, justo fuimos el fin de semana que terminaba un festival de música, Galway Sessions 2014, que había durado todo el mes, por lo que pudimos disfrutar de numerosos espectáculos, más de los que normalmente se pueden  ver por todo el país.




Gaillimh
Galway
de Irlanda
Escudo de Galway
Escudo
Galway
Galway
Localización de Galway en Irlanda
Lema:Laudatio Ejus Manet In Seculum Seculi
(Alabe los restos para siempre)
PaísBandera de Irlanda Irlanda
• CondadoGalway
• ProvinciaFlag of Connacht.svg Connacht
Ubicación53°16′22″N 9°02′30″O

Coordenadas53°16′22″N 9°02′30″O (mapa)
Población75.4141
Eyre Square
St. Nicholas Church
Galway Cathedral de fondo
The Crane Bar
Vistas desde la habitación un fin de semana por la noche...
Shop Street
Mercadillo al lado de St. Nicholas Church
Big Rory y yo
Big Rory y su perro Ochie
Fiesta después de la "Parade"
Músicos tocando en la calle, eran geniales...


Primer día
Pablo y yo preparamos la mochila con lo básico; agua, ropa para dormir y para el día siguiente, cepillo de dientes, cartera, móvil, comida, cámara y por supuesto mi cuaderno de viajes. Mary nos lleva hasta Swinford y desde ahí cogemos un autobús hasta Charlestown, a 15 minutos de ahí. Una vez bajamos del bus esperamos a que llegue el que nos llevara hasta Galway, porque no había ninguno directo desde nuestro pequeño pueblecito. 

Llegamos a la ciudad al mediodía, la estación de buses está justo en el centro de la ciudad (que por lo que nos contaron es un cambio reciente) estábamos un poco desorientados porque es la primera vez que viajamos sin planear prácticamente nada y sin alojamiento reservado, a la aventura. Empezamos a dar 50 vueltas por la misma esquina, sin saber muy bien que hacer, hasta que decido buscar esa oficina de turismo que sabía que había cerca de la estación. Allí nos dan un mapa y nos cuentan más o menos lo que podemos ver, sólo con mirar el mapa se veía que no nos iba a costar mucho tiempo verlo casi todo, pero cuando empiezas a explorar te das cuenta de lo pequeñita que es esa ciudad, a pesar de ser una de las más importantes de Irlanda (no sé, es algo que a mí me llamó la atención mucho).


Lo más cercano a la oficina era Eyre Square así que fue lo primero que vimos, además ya teníamos hambre y decidimos tumbarnos en el césped a comernos los sándwiches que nos habíamos traído de casa, no la granja, sino la de España. Descansamos un poco y observamos a la gente, es la primera vez que vemos a tantos irlandeses juntos y hace 12 días que llegamos al país.  Había gente de todos los tipos y colores, por lo general un ambiente muy juvenil y musical, parejas, amigos, extranjeros haciendo turismo como nosotros...Tengo que decir que también había alguna gente un poco rara que te decía cosas que creo que ni los propios habitantes entendían, pero parecían simpáticos.






Al cabo de un rato nos ponemos en pie y empezamos a buscar un albergue porque no teníamos sitio donde dormir esa noche. Caminamos por Shop Street, High Street y Quay Street, que son básicamente tres calles preciosas llenas de tiendas, bares y restaurantes con terrazas, música y artistas por todas partes. Me enamoré al instante del ambiente, de la gente y de las típicas calles irlandesas con casas bajas, esas fachadas tan cuidadas y esos colores brillantes que había por todas partes, en esas calles se concentraba todo. Por desgracia no pude disfrutar mucho en ese momento porque íbamos en busca de alojamiento pero todos estaban completos, hasta que conseguimos  sitio en uno que estaba en esa misma calle.


 Barnacles Hostel Galway es un albergue bien cuidado, limpio, organizado, con un desayuno decente incluido y tiene Wi-Fi gratis. Vamos, lo que se puede esperar de un albergue. Las pegas fueron que 25 euros no es el mejor precio que se puede conseguir, pero no queríamos arriesgarnos a dormir en la calle. Eso sí, supongo que salió más caro porque era una habitación de "sólo" 4 personas con baño privado. Las camas y las almohadas no eran lo mejor del mundo, pero no tengo las expectativas muy altas cuando duermo en esa clase de sitios. Otra cosa a mencionar es que si no duermes bien con ruidos y no piensas salir de fiesta, no es un buen lugar para ti. El albergue da directamente a Shop Street y suele haber bastante ambiente y jaleo por las noches. Por último, si duermes en Barnacles Hostel en Galway y luego piensas ir a Dublín te hacen descuento en la segunda estancia. Pero no merece la pena porque aun así sale caro y en Dublín puedes buscar muchos albergues por 9 o 10 euros la noche. Igual sí merece la pena si la segunda estancia es Galway porque no encontramos sitios más baratos de 20 euros por noche. 


Tras conseguir habitación seguimos visitando lugares como The Spanish Arch, St. Nicholas Church, la estatua de Oscar Wild, el museo de la ciudad y la catedral entre otras cosas. Algunas de las cosas que más destacan son los puentes que pasan por el río, el mar, las casas de colores y algo que personalmente me gusta mucho es ver y escuchar gaviotas en medio de la ciudad. 














Pensamos en hacer un tour de un día a la mañana siguiente, hay algunos muy interesantes por 20 euros y son sitios que no puedes visitar a no ser que tengas coche, pero al final lo dejamos para otra ocasión (se pueden comprar en cualquier oficina de turismo, albergues, etc.) Por el camino varios hombres me paran para decir lo bonito que es mi pelo azul, y yo encantada de la vida. Nos da tiempo de ver todo lo más importante de la ciudad y por la tarde vamos a descansar un poco y luego cenamos en un McDonald’s.



Después de la cena, vamos a disfrutar de los eventos musicales que hay por toda la ciudad, intentamos entrar en un concierto de música folklore y baile irlandés, pero cuesta dinero así que optamos por otras actividades que son gratuitas. Nos dirigimos a The Crane Bar, al otro lado del río, y vemos a un gran grupo de gaiteros, que por lo que pudimos averiguar después, ¡habían venido de propio desde Estados Unidos! 



Después hablamos un rato con una mujer canadiense en el bar y nos recomienda que vayamos a la siguiente sesión de Mike, Casey & Friends en Taaffe's. Le hacemos caso y volvemos a Shop Street y aunque el bar esta llenísimo y nos tenemos que quedar de pie, gracias a eso podemos estar en primerísima fila. Casi al final del concierto decidimos marcharnos a descansar porque no podemos más de tanta caminata.

Segundo día
Desayunamos en el hostal todo lo que podemos mientras aprovechamos el Wi-Fi y mientras miramos a un grupo de chicos que están celebrando una despedida de soltera, había muchísimas por toda la ciudad. 

Dejamos el hostal y vamos de compras toda la mañana, creo que los souvenir de Irlanda son los más chulos que he visto hasta ahora. Además junto a la St. Nicholas Church nos encontramos con un mercadillo artesano muy bonito y nos paseamos entre puestos de todo tipo. Mientras vas de tienda en tienda también puedes disfrutar de los músicos tocando por la calle. 







A las 12 volvemos a Square Eyre y paramos a comer algo, en ese momento nos damos cuenta de que han montado algo de McDonald's en la misma plaza. Nos acercamos y se trata de una promoción donde graban a la gente mientras prueba algo con los ojos cerrados, luego subieron las fotos a la página de Facebook. Tras pensarlo un rato Pablo y yo nos decidimos a hacerlo, porque además haciendo eso te regalan un vale por un Big Mac (siempre que vamos al extranjero nos encontramos con alguna oferta de McDonald’s). Te daban a elegir entre 4 muestras, menos mal que yo elegí la más dulce porque por las caras de los demás el resto no debían  de estar muy buenas.

A la 1:00 empieza un desfile en la calle principal. En el desfile tocan los mismos gaiteros que vimos ayer, pero esta vez con uniformes más "clásicos". Además, les acompaña un gigante llamado Big Rory y su perro Ochie para hacer reír a la gente. Es una experiencia muy divertida y todos transmiten mucha alegría. Tras recorrer toda la calle y cruzar el río entre música y risas, hacen una "Post-Parade Party" en una taberna bastante amplia, donde sigue la fiesta y enseñan bailes a los extranjeros y a todo aquel que se anime a bailar.









Por último canjeamos nuestro vale para comer, paseamos un poco más y descansamos en Eyre Square hasta que llega la hora de subir al bus y despedirnos de esa pequeña pero gran ciudad.






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